¡¡Hola!! Mi nombre es Karolay Muñoz Córdova, tengo 18 años y soy cachimba de la Escuela de Turismo, Hotelería y Gastronomía de la Universidad Ricardo Palma.
La primera vez que escuché la palabra “Richi” fue cuando tenía 12, gracias a mi hermano mayor que también estudia aquí. Sin ir muy lejos les contaré algunas anécdotas en mi estancia en la Richi.
Pues bien, para algunos alumnos aquí en la Richi, de seguro ya tenían su universidad seleccionada, en mi caso no, a mí me tomó de una u otra forma desprevenida, pero no me quejo ni nada, en verdad es todo lo contario, me siento bien y a gusto en la universidad.
El hecho de que me sienta cómoda es gracias a los profesores y amigos que he ido conociendo en mi transcurso en esa casa de estudios. Tantos recuerdos que tengo, como mi primera vez entrando a la universidad, o como cuando me iba a estudiar a la biblioteca y era tanto el cansancio que me quedaba dormida, si no era el cansancio, era por los huecos de cada curso que tenía, también recuerdo el restaurante al frente de la u o el Bembos, como cuando les dices a tus amigos para pasear por ahí, para pasar una tarde de “patas”.
Recuerdo hacer llamadas y videollamadas con mis amigas y amigos, todo para un repaso de las clases que teníamos, tratando de dialogar sobre los libros que nos mandaban a leer el profesor Pieter o la madame; reunirnos para almorzar o estudiar, algunas que otras para vernos y “ponernos al día”, pero sin duda cada día recolectando nuevas ocurrencias. Creo yo, que son esas personas, las que veía día a día, el motivo por el cual iba feliz a la u, aunque no tan feliz a veces, porque con las tareas que nos dejaban, más mi cara de mañanera, bueno pues, se hace lo posible para pasar un buen rato con los tuyos y con los estudios, que al igual que otros alumnos y alumnas, tuve altos y bajos, pero nada que no se pueda arreglar con una buena charla y comida.
La Universidad Ricardo Palma me ha otorgado amistades que se quedan y quedarán en mi memoria, no sólo por las veces en las cuales hemos compartido ocurrencias únicas en las clases que tenía con cada persona especial que conocía, si no que también me ha brindado conocimiento, cada oportunidad que he tenido con cada profesor que me ha tocado, ha sido una ocasión para cuestionar y enriquecerme de algunas cosas que, si bien no sabía, ahora lo sé, de alguna u otra forma estoy agradecida en general por todo lo que la universidad me pudo otorgar, y espero siga así.
Invito a los egresados de secundaria de todos los colegios del Perú a tener nuevas experiencias de vida en la Richi.