Con profunda emoción y gratitud, la Universidad Ricardo Palma confirió la distinción académica de Profesor Emérito al Dr. Próspero Florentino Rojas Lazo, destacado docente y formador de generaciones, cuya vida profesional ha estado marcada por la vocación, la excelencia y un inquebrantable compromiso con la educación.

El Dr. Rojas Lazo representa la esencia del maestro universitario: aquel que enseña con rigor, guía con ejemplo y deja huellas imborrables en la vida de sus estudiantes. Desde su incorporación en 1990, ha desarrollado una vasta labor docente y académica en las Facultades de Ciencias Biológicas y Medicina Humana, además de asumir con responsabilidad y entrega diversas funciones institucionales que reflejan su amor por la Universidad Ricardo Palma.

Durante la ceremonia de reconocimiento, el flamante Profesor Emérito compartió un emotivo discurso que conmovió a los presentes. Con la serenidad de quien ha recorrido una vida dedicada al saber, evocó sus primeros años como joven profesor de Matemática:

“Recuerdo cuando me inicié en la docencia en esta prestigiosa universidad: era muy joven, tenía 26 años, y fui el profesor más joven del área de Matemática. Hoy, con orgullo, soy el de mayor edad.”

Sus palabras fueron también un viaje por la historia viva de nuestra universidad, recordando los locales donde forjó sus primeras clases, desde el jirón Camilo Carrillo en Jesús María, hasta Barranco y Miraflores, acompañando el crecimiento institucional con la misma pasión y entrega que caracterizan su trayectoria.

Con profunda emoción, expresó:

“Como Profesor Emérito me siento orgulloso y comprometido con la excelencia y la búsqueda de soluciones a través de la educación. Me emociona poder continuar con mi labor en un rol tan significativo.”

La Universidad Ricardo Palma celebra con orgullo este reconocimiento, que simboliza no solo una trayectoria ejemplar, sino una vida dedicada al conocimiento, a la enseñanza y a la construcción de comunidad universitaria.

El Dr. Próspero Florentino Rojas Lazo es, sin duda, un referente de la misión institucional: formar personas integrales y profesionales creadores, competitivos y con sentido humano. Su ejemplo seguirá inspirando a las futuras generaciones de estudiantes y docentes que, como él, creen en la educación como el camino hacia la transformación y el servicio a la sociedad.