La Facultad de Medicina Humana “Manuel Huamán Guerrero” dio inicio al
semestre académico con un Acto Protocolar Litúrgico que reafirma la unión
entre ciencia y espiritualidad en la formación médica. Durante la homilía, se
bendijo al personal docente y a los cuerpos donados, que serán empleados en
los cursos de Anatomía y Morfofisiología I y II.
El acto estuvo presidido por el rector, Dr. Segundo Félix Romero Revilla; el
decano de la Facultad de Medicina Humana, Dr. Jaime Lama Valdivia; la Dra.
Tula Márquez Canales, jefa de la Unidad de Extensión Cultural y Proyección
Social; el Dr. Milton Valderrama Wong, docente de la especialidad; así como
estudiantes de la facultad.
La ceremonia fue conducida por el padre Miguel Zapata More, quien destacó
que el estudio de la anatomía representa un momento de encuentro profundo
entre la vida y la muerte:
“Estudiar anatomía es como ver una foto en silencio. Un cadáver no es la
muerte, es la vida detenida en un instante y para siempre. Para el
estudiante, es su primer paciente, su primer contacto con la muerte, pero
también con el compromiso por la vida”.
Este espacio espiritual recordó a la comunidad universitaria que la medicina no
solo es ciencia, sino también humanismo. Cada cuerpo entregado a la
enseñanza es una lección de respeto y gratitud que fortalece en los futuros
médicos la conciencia de que detrás de cada procedimiento está la dignidad
humana.
El padre Zapata subrayó:
“El cadáver fue un ser humano con vida y ahora, sin ella, sigue siendo
digno de respeto y cuidado, para que su entrega no haya sido en vano”.
De esta manera, la Facultad de Medicina Humana reafirma que la praxis
médica no se limita al conocimiento técnico, sino que integra la espiritualidad y
el respeto por la vida y la muerte como lecciones esenciales para el ejercicio de
la ciencia.